
Municipio de Guayaquil flexibiliza horarios de venta de licores en feriado de carnaval, tras diálogo con empresarios
2021/02/10 a las 7:33 PMLlega el feriado de carnaval, una fecha que cada año mueve el sector comercial y turístico en muchos países. Y en Ecuador no es la excepción.
Este año, los distintos actores de la economía ecuatoriana están tratando de recuperarse luego de un 2020 desastroso debido al cierre general por la pandemia de covid-19. Y el sector turístico (que incluye hoteles y restaurantes) tiene grandes expectativas para este feriado, programado del sábado 13 al martes de febrero, por lo que además coincide con San Valentín (domingo 14 de febrero), otra fecha de gran movimiento comercial.
Sin embargo, las últimas restricciones dictadas por el COE Cantonal de Guayaquil causaron preocupación. En una de ellas se regulaba la comercialización de bebidas alcohólicas y de moderación, desde el jueves 11 hasta el martes 16 de febrero, de 06:00 a 18:00.
Ante ello, hubo un pronunciamiento conjunto de la Asociación de Restaurantes del Guayas, la Red Ecuatoriana de Tenderos, Asociación Hotelera del Guayas y representantes del sector de cervezas artesanales de Guayaquil. Todos solicitaron que el COE Cantonal revea la medida, ya que le causa un enorme perjuicio económico a un sector turístico que ya está bastante golpeado por la crisis.
Guido Varela, director de la Red Ecuatoriana de Tenderos, aseguró que este tipo de medidas promueve la venta clandestina y atenta directamente con los negocios formales.
“Los restaurantes o tiendas son sitios que no influyen en las estadísticas de contagio actual como sí lo hacen, por ejemplo, las fiestas clandestinas, los comercios irregulares apostados sobre las calles o las aglomeraciones en el servicio de transporte”, comentó el dirigente.
Según Varela, actualmente hay cerca de 100 mil tiendas de barrio que se consideran emprendimientos familiares, por lo que esta restricción estaría afectando la economía de más de 400 mil personas.
Con él coincidió Francesca Ferrero, presidenta de la Asociación de Restaurantes del Guayas, quien manifestó que su preocupación no solo es como representante de un sector, sino también como ciudadana y como médico profesional.
“Rescatamos la apertura de las autoridades para ser parte de diálogos responsables que ayuden al sector formal a seguir operando. Sin embargo, estas medidas deben ser tomadas con soporte científico porque de lo contrario solo se está beneficiando a la clandestinidad y a la ilegalidad. (…) Las medidas deberían ir enfocadas en atender las verdaderas causas del problema”, indicó.
Ferrero aseguró que muchos restaurantes han debido recortar hasta un 60% de su personal para seguir operando. Además, el sector actualmente ya cuenta con varias restricciones como el horario de funcionamiento, cantidad de personas por mesas y aforo reducido. A esto hay que sumar “el miedo y la crisis económica”.
«4 mil establecimientos del sector turístico van a verse afectados en estos días».
Francesca Ferrero, presidenta Asociación de Restaurantes del Guayas
Además, se refirió a lo que denomina “populismo sanitario”, una política adoptada según ella, no solo en Ecuador sino en otros países. Consiste en usar la pandemia de alguna manera, para fomentar el miedo, la incertidumbre.
La presidenta de la Asociación de Restaurantes del Guayas recordó que el sector formal tiene medidas de seguridad, ha hecho inversiones y capacitaciones para seguir operando.
“El microemprendimiento hoy es golpeado. El sector turístico cerró a pérdida, al 50% promedio de nuestras facturaciones. Hablamos de que en Guayas, solo el sector de alimentos y bebidas representa el 4% del PIB”, dijo.

Mientras tanto, Juan Zurita, representante de los Cerveceros Artesanales, indicó que, para su sector, los restaurantes y bares representan aproximadamente el 80% de sus ventas constantes.
“Hemos tenido un año muy duro y hemos esperado ciertos feriados y fechas especiales para poder sacar adelante la industria. Además de tener responsabilidades con nuestras familias, tenemos responsabilidades con las personas que trabajan con nosotros. Y es muy duro continuar con esta situación”, señaló.
Los diferentes sectores presentaron un oficio conjunto a la Dirección Municipal del Turismo del Guayas, en el que piden tener una representación en las mesas de trabajo y toma de decisiones.
De esta manera, autoridades y sector productivo puedan definir mecanismos que coadyuven a la reducción de las aglomeraciones, reactivación económica responsable y con todos los protocolos de bioseguridad.
Pedro Iván Serrano, presidente de la Asociación Hotelera del Guayas, dijo que están de acuerdo en ser parte de la solución y trabajar de la mano de las autoridades, pero piden coherencia para poner normas de control integrales.
“Deberíamos tener una representación en el COE para poder orientar de forma correcta. En nuestro sector hemos venido cumpliendo los protocolos de bioseguridad, adaptando nuestra infraestructura, capacitando al personal, respetando el aforo, entre otras medidas”, puntualizó.
REUNIÓN CON LAS AUTORIDADES
En horas de la tarde, los representantes del sector hotelero y gastronómico se reunieron con Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa de Turismo, Promoción Cívica y Relaciones Internacionales de Guayaquil EP, para exponerle sus inquietudes. Luego del encuentro, se informó que el horario de venta de bebidas alcohólicas fue ampliado.
Según Gallardo, “logramos que el COE Cantonal revoque la medida anterior y podamos tener un horario hasta las 23:00 para el expendio, la comercialización y el consumo de bebidas alcohólicas”.
La funcionaria destacó que el sector formal “no debe pagar las consecuencias del informal. El sector formal de la industria turística tiene protocolos y cumple con todas las normas de bioseguridad”.
Nicolás Romero, de la Asociación de Restaurantes del Guayas, señaló al canal RTS que «el COE ha revisado ciertas horas. En nuestros sectores, el licor es simplemente un acompañamiento de la comida, como restaurantes, como hoteles y tiendas. El licor que se consume en nuestros sitios no es motivo de generación de rompimientos de protocolos o de riesgos». (I)