Marbelys, guerrera sobreviviente al cáncer, donó su cabello por segunda vez
2021/01/29 a las 9:35 AMMarbelys tiene tan solo 12 años de edad, pero demuestra la madurez que le ha dado la lucha que enfrenta desde los 3 años, cuando le diagnosticaron cáncer.
Un tumor en la cabeza cambió para siempre la vida de la niña, la menor de tres hermanos. Desde ese momento, junto a sus padres, Lourdes Zambrano y Carlos Velasco, inició el difícil camino de someterse a tratamientos y chequeos médicos, para enfrentar la enfermedad.
En su ir y venir por los consultorios y hospitales, pudo conocer niños que, como ella, enfrentaban una ardua batalla para salvar sus vidas. Y por efecto de la quimioterapia, muchos de ellos vieron cómo se les caía el pelo.
Marbelys también se sometió a la quimio, pero el tratamiento no afectó su larga, frondosa y hermosa cabellera negra. Por eso, ella decidió donarla. Busca darle una alegría a estos niños que deben sobrellevar la pérdida de cabello.
El pasado lunes 18 de enero la niña acudió con sus padres desde el cantón Milagro, donde viven, a la peluquería de Ricardo Bonifaz, ubicada en la parte posterior del coliseo Voltaire Paladines Polo, en Guayaquil.
Ahí, gracias a la mediación de la Fundación Fuerza Dorian, que trabaja para ayudar a los niños con cáncer, se realizó el corte y donación del cabello, con el cual se realizarán pelucas destinadas a estos pequeños guerreros.
HISTORIA DE LUCHA
“A los 3 años y medio le detectaron el tumor. Ahí empezamos la lucha con ella. A los 5 años le hicieron su primera operación, a los 8 años tuvo la segunda, fuera del país”.
Para Carlos Velasco, padre de Marbelys, esta lucha fue tenaz. “Realmente fue muy triste, ella es mi única hija mujer”, afirma. Pero nunca desfalleció. Con su esposa, mantuvieron siempre la esperanza y se mostraron fuertes para servirle de apoyo a su hija. Y esta ardua batalla finalmente dio resultados.
“Estamos con ella luchando y gracias a Dios va bien. Cada seis meses se somete a un chequeo para descartar que el tumor regrese. Prácticamente está curada, pues ahora solo tiene que ir a controles”, dice el hombre, mientras observa con orgullo cómo su hija permite que le corten el pelo, para ayudar a otros niños con cáncer.
“Para nosotros es una felicidad saber que está curada. Yo juego mucho con ella, trato de disfrutarla. Dios quiso que la tengamos más tiempo, así que trato de estar a su lado lo más que pueda, pasar buenos ratos. El amor de familia es lo principal”.

Por eso, los progenitores no pierden oportunidad para hacer cosas junto a la niña. El 20 de junio cumplen años Marbelys y su madre, ambas el mismo día. Como cada año, esa será una ocasión especial.
Debido a la madurez que caracteriza a la pequeña, a nadie le sorprendió cuando, a los 10 años de edad, dijo que quería donar su cabello. Las historias de esos niños tristes por la pérdida del pelo la conmovieron, y quiso aportar con un granito de arena para llevarles algo de alegría en medio de su dura lucha. Esa que ella tan bien conoce.
Carlos la entiende, pues ha sido testigo del drama de estos pequeños. “Ella estuvo con muchas amiguitas que cuando les hicieron quimio, se les cayó el cabello. Se sentían mal por eso”.
Cuando la niña tenía 9 años de edad, sus padres quisieron recortarle un poco el pelo. Pero ella se negó pues deseaba dejarlo crecer un poco más para donarlo. Un año después realizó la primera donación. “Fue iniciativa de ella”, recuerda el progenitor.
Pasaron dos años, el pelo creció rápido y ahora Marbelys realiza la segunda donación. “Ella ha dicho que cada vez que tenga el cabello largo, seguirá donándolo”.
EL PROCESO
Sentada en la silla de la peluquería, mirándose al espejo, Marbelys se muestra relajada. Está segura de lo que hace y por eso se siente tranquila y confiada mientras el estilista Marcos Bonifaz le peina su larga cabellera, que le llega hasta un poco antes de la cintura.

Él asegura el cabello con un moño a la altura de los hombros. Con cuidado, Marcos toma una tijera y efectúa el corte justo por encima del moño. De esta forma, queda una cola de aproximadamente 30 centímetros, la cual será entregada a los encargados de procesar el pelo y elaborar las pelucas.
Marco le empareja las puntas con cuidado a Marbelys y finalmente ella puede lucir su nuevo look con el cabello corto, pero el corazón lleno de satisfacción.
“Todas somos bonitas pero me gusta que ellas se sientan más bonitas todavía”, comenta la menor refiriéndose a las otras niñas que han perdido su cabello por la quimioterapia y que, con la donación que ella hace, podrán recuperar su autoestima.
“Yo pasé por esta situación y es muy duro ver cómo a mis compañeras se les caía el pelo. Yo lo viví y me haría muy feliz que otras niñas usen mi cabello y estén bonitas”.
Por eso, dice sentirse contenta cuando las observa usando y disfrutando lo que ella les dona. “Yo les pido que sean muy fuertes, que esto no se acaba, todos lo podemos superar como yo lo hice. Les pido que sean valientes”.
Con orgullo muestra la cola de cabello y la entrega. Ahora esperará que el pelo le crezca de nuevo para hacer una nueva donación.
“ES UN HONOR PARA MI”
Marcos Bonifaz se muestra emocionado al realizar el corte del cabello a Marbelys. Sabe que se trata de una ocasión muy especial pues su labor les lleva un poco de felicidad a esos pequeños guerreros que se enfrentan al difícil reto del cáncer.

“Esta es una acción loable y sirve para que otras niñas se motiven y se inspiren. Es un honor para mi poderlo hacer y ya he ayudado otras veces para los cortes de cabello cuando van a donarlo”.
El estilista envía un mensaje a otras mujeres que deseen dar su cabello para las personas con cáncer. “Espero que el ejemplo de Marbelys sirva como inspiración y motivación para que otras mujeres dejen crecer su cabello y lo donen. Es como un accesorio que de alguna forma, les ayuda a sentirse bien. A las guerreras las motiva verse de nuevo con pelo, ya sea en peluca o en un gorro al que le han pegado el cabello”.
Para ser donado, el cabello debe tener de 25 a 30 centímetros de largo. Y que esté en buenas condiciones, no tinturado ni decolorado.
“NOS LLENA DE ALEGRÍA COMPARTIR ESTOS MOMENTOS”
Jéssica Camejo Hernández es la fundadora y presidenta de la Fundación Dorian. Ella realizó los contactos para que a la niña le cortaran el cabello en la peluquería de Ricardo Bonifaz (hermano de Marcos) y se encargará de llevar la donación de pelo a Yesenia Vargas Extensiones, que es quien elabora las pelucas, gorras y extensiones para las personas con cáncer.
“A nosotros nos llena de alegría y satisfacción compartir estos momentos. Como fundación, nos gusta hacer parte de la historia de lucha de estos valientes guerreros”, comentó la activista, quien con su organización ayuda a niños con cáncer dándoles víveres, juguetes y accesorios que le llegan por medio de donaciones.

Para ella, es muy gratificante poder compartir con estos pequeños, ver su risa, su alegría. “Para estas guerreras, perder su cabello es algo muy duro, muy difícil. Y cuando se les entrega una peluca para que se vean más bonitas, es una alegría indescriptible”.
Fundación Dorian considera importante ayudar a las familias, “porque un guerrero con diferentes tipos de cáncer, necesita unos padres fortalecidos que le ayuden a salir adelante”.
La Fundación realiza campañas para que la gente done su cabello. El año anterior no pudieron hacerlo por la situación de la pandemia, pero esperan que para el 15 de febrero, cuando se conmemora el Día del Cáncer Infantil, puedan realizar esta campaña.
“Cuando iniciamos con esta labor, en la primera campaña nos ubicamos en la Universidad de Guayaquil y ahí reunimos 100 colitas de cabello. Alumnos, docentes, se acercaron a hacer su donación”. (I)
